10 formas de evitar y combatir las plagas de caracoles y babosas
10 formas de evitar caracoles y babosas
Caracoles y babosas (limacos) pueden convertirse en una de las plagas más voraces que podemos sufrir en el jardín o en nuestra huerta ecológica. Proliferan fácilmente cuando se dan las condiciones idóneas para ellos, como son las épocas húmedas y con temperaturas medias, por eso la primavera y el otoño son épocas en las que podemos verlos más, mientras que durante los periodos fríos o muy calurosos estarán aletargados.
Los caracoles y babosas suelen buscar lugares oscuros, frescos y húmedos para cobijarse, salen a alimentarse por las noches y prefieren los brotes nuevos y tiernos, aunque también atacan las raíces. Es por eso que los planteles y plantas más jóvenes suelen ser sus principales objetivos.
Los caracoles adultos son hermafroditas (aunque no pueden autofecundarse) y son capaces de llegar a poner unos 100 huevos cada mes.
Remedios ecológicos para plaga de caracoles y babosas (limacos)
1.- Los depredadores naturales de los caracoles y babosas son las serpientes, sapos, aves, tortugas o escarabajos, tenlo en cuenta a la hora de buscar formas de evitar o combatir las plagas.
2.- Se pueden poner trampas como hojas de lechuga para que podamos coger el mayor número de caracoles o babosas.
3.- Procura no regar en exceso por la noche, ya que hemos dicho que la humedad les atrae, y si optas por el riego por goteo será lo más acertado para evitar plagas de caracoles y babosas. Además así se maximiza el agua de riego.
4.- Por su tamaño y movimiento lento, se pueden coger uno a uno con la mano sin problemas.
5.- Otras trampas que podemos usar son el agua con azúcar, la cerveza, las cáscaras de naranjas, sandía, melón o patatas, en tejas o ramas con una forma cóncava, o espolvorear migas de galletas. Ponlas en platos bajos y siempre en lugares sombríos y húmedos.
6.- Remueve la tierra de vez en cuando, especialmente en lugares oscuros y frescos, pues depositarán sus huevos en esos lugares y así evitamos que aumente su número.
7.- La sal los deshidrata, pero ten cuidado dónde la echas porque también podría afectar a las plantas.
8.- Utiliza cenizas para evitar el avance de los caracoles y babosas. Espárcela alrededor de los cultivos para que no se acerquen.
9.- Las conchas o cáscara de huevo machacadas son muy efectivas para evitar el avance de los caracoles y las babosas. Ponlas alrededor de las plantas.
10.- También puedes poner por las noches un trapo empapado en leche o cerveza y ponerlo alrededor de las plantas, encontrarás los caracoles y babosas en él.
La amenaza de los caracoles y las babosas para la marihuana
Aunque a simple vista pueden parecer inofensivos, lo cierto es que los caracoles y las babosas pueden ocasionar graves daños a las plantas de marihuana, por lo que es necesario tener ciertas precauciones para evitarlos. Vamos a comenzar por definirlos. Los caracoles son unos moluscos gasterópodos que tienen una concha en forma de espiral. Las babosas, por su parte, pertenecen a la misma especie, pero se diferencian de los anteriores en que carecen de dicho recubrimiento.
Estos moluscos realizan unos movimientos similares de los de los gusanos. Es decir, que alternan contracciones y elongaciones de su cuerpo de manera bastante lenta. Otra característica de estos animales es que generan mucus, sustancia que les sirve para reducir la fricción durante la locomoción y ganar así en agilidad. Además, esta mucosidad colabora en la regulación de la temperatura corporal y minimiza el peligro del caracol y la babosa ante la infección de las heridas y las agresiones de agentes externos (sobre todo, las de bacterias y hongos).
Asimismo, el mucus ayuda a estos moluscos a desprenderse de determinadas sustancias nocivas, como los metales pesados, que pueden perjudicar seriamente su salud.
Los síntomas
Los primeros indicios de los daños que causan los caracoles y las babosas son muy parecidos a los que causan las orugas. No obstante, se diferencian de aquellos en que estos moluscos dejan un rastro de mucosa cuando se arrastran que, al secarse, adquiere una tonalidad plateada. Otro rasgo típico de un ataque de estos animales se percibe en las hojas, que aparecen repletas de agujeros y que, incluso, pueden llegar a quedar roídas por franjas.
Durante el período diurno, estos moluscos se mantienen ocultos, ya que aprovechan las horas nocturnas o los días nublados para salir de sus refugios. En especial, salen a la intemperie después de las lluvias o los riegos. Por el contrario, los caracoles y las babosas permanecen en sus escondites cuando las temperaturas son bajas, en los meses invernales, y cuando el calor estival aprieta demasiado.
Métodos de control
Para impedir el ataque de estos moluscos, los gránulos de metaldehído o metiocarb son muy efectivos. Los cebos de estas sustancias tienen que diseminarse por el suelo cuando enrudezca y siempre después de realizar un riego. Por otro lado, existen una serie de tratamientos ecológicos igualmente eficaces. En primer lugar, pueden eliminarse estos animales de forma manual.
Asimismo, la instalación de láminas de cobre en el tronco también ofrece buenos resultados, ya que estos elementos impiden que los moluscos suban por la planta. También es posible colocar trampas, como una taza con agua enterrada y con la parte superior descubierta. Así, los caracoles y las babosas caerán en el recipiente y se ahogarán. Dentro de los tratamientos químicos, podemos destacar el Limagram
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